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17 de marzo de 2022
Todos los seres vivos, desde el insecto más pequeño hasta la ballena más grande, duermen. Aunque los humanos no necesitemos tantas horas de sueño como algunos animales (¡hola armadillos!), nuestro sueño es igual de crítico. El sueño es fundamental para mantener una buena salud. Sin embargo, la dificultad para conciliar el sueño no es exclusiva de los adultos. Los niños pueden tener dificultades para dormir, y cuando ellos no pueden dormir, usted tampoco.
Es importante ayudar a tu hijo a dormir lo suficiente. Por lo tanto, para que esto ocurra, empieza por enseñarle a dormir.
En este artículo, usted aprenderá porqué el sueño de su niño es importante y descubrirá la información más valiosa que le ayudará en la enseñanza de sus niños sobre sueño. Así pues, si usted se está preguntando sobre cómo sus cabritos pueden aprender sobre sueño y su importancia, después considere estos hechos en cómo enseñar a sus cabritos sobre sueño.
El primer paso para enseñar a sus hijos a dormir es saber de qué se trata el sueño. Debes tener en cuenta que no puedes dar lo que no tienes; por lo tanto, no puedes enseñar a tus hijos a dormir si no tienes suficientes conocimientos sobre los fundamentos del sueño.
Para conseguirlo, intente adquirir el máximo de conocimientos sobre qué es el sueño y por qué es importante, cómo dormir bien y despertarse renovado por la mañana, las consecuencias de la falta de sueño y de los trastornos del sueño, cómo medir el sueño, etc.
Para ayudar a su hijo a dormir mejor, debe familiarizarle con los beneficios del sueño. Ayudar a su hijo a entender por qué es importante un nivel adecuado de sueño y haría que apreciara los buenos hábitos de sueño y quisiera mantener la hora de acostarse establecida por usted.
Los niños necesitan rutinas más que nadie. Establecer una rutina constante para acostar a tus hijos es una forma estupenda de conseguir que aprendan a dormir mejor. Después de cenar, el resto de la noche debería incluir un rato de juegos suaves, una ducha, lavarse los dientes, un cuento antes de acostarse y, por último, irse a la cama.
Intente crear una rutina calmante y relajante para fomentar el mejor ambiente a la hora de dormir. Esto puede hacer que el cuerpo de tu hijo empiece a tener sueño al poco de empezar la rutina.
Cada noche, dedique una o dos horas antes de acostar a su hijo a actividades tranquilas, como escuchar música suave, leer un libro con poca luz o darse una ducha o un baño calientes. La actividad debe ser agradable y servir de recordatorio de que se acerca la hora de acostarse. También hará que empiecen a tener ganas de que llegue la hora de acostarse.
Los últimos minutos de tranquilidad deben pasarse en la habitación de tu hijo. Además, es fundamental llevar y colocar al niño en la cama cuando esté despierto para que aprenda a dormirse solo.
Una cosa importante que no debes ignorar es que debes predicar con el ejemplo. Es sabido que los niños aprenden de lo que ven hacer a la gente que les rodea. Por tanto, tu estilo de vida como padre influirá en el comportamiento de tus hijos.
Si quieres que tus hijos mantengan una cultura del sueño saludable, tienes que plantearte si tú estás haciendo lo mismo.
Conclusión
Cuando los niños pequeños se niegan a calmarse y dormir, la hora de acostarse puede convertirse en un campo de batalla. Sin embargo, puedes superar el reto aplicando los consejos anteriores para equilibrar las probabilidades de triunfo.
Además, proporcione a sus hijos mucho cariño y atención durante todo el proceso. Recuérdeles que está orgulloso de ellos cada vez que den un paso para dormir mejor. Elogie sus mejoras y asegúrese de prestarles atención cuando demuestren confianza en sí mismos.
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